Los beneficios de tener un empleo

Todas las personas con discapacidad, sea cual sea su condición física, sensorial o mental, tienen derecho a trabajar en un empleo digno, acorde a sus necesidades y que se adapte a las posibles limitaciones y circunstancias del trabajador

Así lo recoge la Ley General de Discapacidad, que garantiza los derechos universales, laborales y socioeconómicos de las personas con discapacidad.

De hecho, disponer de un empleo digno y estable representa un beneficio para cualquier ciudadano, y no solo por el sustento económico que representa. En este artículo explicamos cuáles son  los beneficios de tener un empleo.

Tener trabajo: beneficios

Para las personas con discapacidad, trabajar supone obtener múltiples recompensas mentales y emocionales en su vida: 

  • Aporta autonomía personal. Estar en situación activa de empleo supone ganar en independencia general, no solo económica y material. Las personas que trabajan deben desplazarse a un lugar y responder adecuadamente frente a una serie de tareas y responsabilidades, lo que implica un desarrollo personal en su autonomía. 
  • Realización personal y progreso profesional. Las personas que tienen un empleo pueden mejorar su vida laboral, respondiendo a sus aspiraciones laborales y ganando en su profesionalización. 
  • Mejora la autoestima. Con el acceso a un puesto de trabajo y el progreso en la profesionalización, se mejora la satisfacción personal, sintiéndose mejor con ellas mismas. 
  • Ayuda a la estabilidad mental. Establecer rutinas en la vida cotidiana es positivo para la salud mental. Trabajar con unos horarios, en buenas condiciones salariales y en un puesto que respete los derechos laborales y que sea acorde a las necesidades del trabajador  puede contribuir positivamente a tener estabilidad mental en su vida. 
  • Mejora de las interacciones sociales. La ocupación implica hablar y comunicarse con otras personas, sea en el trabajo que sea, lo que implica un desarrollo de las capacidades de interacción y comunicación. 

El reto de la inserción laboral 

A pesar de la legislación que ampara los derechos laborales de las personas con discapacidad, y de los múltiples beneficios de tener un trabajo, la inserción laboral de este colectivo sigue representando un escollo para la plena inclusión social de las personas con discapacidad. 

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2020 la tasa de empleo de las personas con discapacidad fue del 26,7%, mientras que para las personas sin discapacidad fue del 64,3%. La tasa de paro para el colectivo con discapacidad fue del 22,2%, 6,8 puntos superior a la de la población sin discapacidad. 

Aunque los datos han mejorado ligeramente respecto 2019, y actualmente hay más personas con discapacidad en situación de empleo, aún queda por progresar en la plena integración e inclusión laboral y social de las personas con discapacidad.

Femcet y el compromiso con la inserción laboral

En el centro de empleo de la Fundación Esclerosis Múltiple (femcet) trabajamos para modificar esta realidad. Desde hace más de veinte años, nuestra misión principal es contribuir a la integración laboral de las personas con discapacidad física y sensorial, ofreciendo acceso a un empleo digno y acorde a sus necesidades, relacionado con tareas administrativas y telefónicas. 

Somos un referente en empleabilidad para personas con discapacidad, y actualmente numerosas empresas y fundaciones confían en nosotros y en nuestros trabajadores. Buscamos mejorar la calidad sociolaboral de este colectivo, garantizando el acceso a un entorno laboral sano, que potencie sus capacidades y mejore sus posibles limitaciones. 

Si tienes algún tipo de discapacidad física o sensorial y te gustaría encontrar trabajo o cambiar profesionalmente, contacta con nosotros para conocer las vacantes abiertas o inscribirte en nuestra bolsa de empleo. Estamos en búsqueda constante de candidatos para cubrir diferentes puestos de trabajo. 

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